Recordándome que crear debe ser divertido!
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La capacidad creativa empieza a desarrollarse desde el primer momento que entramos en contacto con este mundo, con esta realidad. Hay quienes estudian corrientes de pensamiento que sostienen que incluso es una habilidad que traemos desde vidas pasadas, una habilidad que se conecta con nuestro mismo ser y su evolución nos acompaña en cada instante (pasado, presente y futuro). No entiendo por qué estaba vacilando tanto, con un miedo que me impedía escribir este mini-texto (o cualquiera), que además sería la excusa para expresarme y compartir una parte de mi proceso personal y profesional en este blog. Creo que el camino del diploma, hacia convertirse en “profesional” nos empieza a poner trabas en el vuelo, y muchas de las actividades creativas empiezan a dejar de ser tan divertidas como los experimentos que fueron cuando apenas las íbamos aprendiendo. Dibujar manchas, encontrar formas en garabatos, construir objetos horribles o diseñar productos por el placer de rayar la hoja e inventar...