Breve reflexión acerca del diseñador y el medio ambiente

Cada vez que te abres a entender otras perspectivas acerca de una realidad, creces. Vivimos, tal vez demasiado tiempo, en una burbuja con ritmo vertiginoso. Decidimos ignorar muchas situaciones supuestamente externas, por miedo a que nuestra burbuja se rompa y nuestro proyecto tropiece y caiga. No podemos seguir ignorando lo que sucede en nuestro planeta. El medio ambiente, nuestro hogar, está sufriendo gravemente por culpa de nuestra indiferencia, egoísmo y negligencia.
Home fue para mí un recurso audiovisual que me recordó la riqueza y variedad, la maravilla que tenemos como planeta, y lo mucho que estamos perdiendo.

A veces me quedo pensando, debatiendo acerca del problema. El ritmo frenético ha posicionado un nuevo ídolo. El progreso pudo explicar el fuego, la lluvia y desidealizar a las deidades, reemplazarlas por la ciencia. El hombre adopta otro tipo de ritos y adoraciones. El mercado, el consumismo y el dinero son a quienes ahora veneramos. Muchas veces he escuchado comentarios (algunos de mi propia conciencia) de cómo un diseñador entra en este sistema para seguir solventando el vacío existencial que llenamos con objetos.
Pero me he dado cuenta que pensar así es simplificar demasiado el asunto. Hay que desidealizar los roles que cumplen los profesionales. A veces son conceptos erróneos que se han permeado en la opinión general, y son muy ajenos a la realidad. Mi papel es entonces el que yo elija desarrollar. Si fuimos educados pensando en el usuario y su entorno, elijo reforzar esos ecosistemas con mis sinceros aprendizajes y criterios.

A título personal ya hago parte de tan necesario cambio para preservar el planeta: No como carne, utilizo la bicicleta como mi medio principal de transporte y también intento hacer compras conscientemente. Siendo ciudadanos responsables en el mundo podemos hacer cambios significativos que impactan de manera positiva, indirectamente a un colectivo cada vez mayor. Como diseñador he tenido la oportunidad de trabajar en proyectos muy variados y lo que podría recoger como aprendizaje común, que puede generar bienestar es lo siguiente: No actuar precipitadamente y darme un momento para escuchar a mi mente y corazón.
Hemos desarrollado una sensibilidad y un criterio que se ocupa desde los mínimos detalles (micro) hasta la complejidad del ecosistema (macro). Démonos entonces la posibilidad de ejercerlos en todos nuestros proyectos y tomar decisiones conscientes a la hora de diseñar!

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