Reseña "Conversando con Estudiantes de Diseño" de André Ricard

Es tradicional encontrarnos con una mente brillante, en un seminario, conferencia o algún espacio cuasi académico donde ella expone un tema y nos transmite algo de su entendimiento y visión. Posteriormente, a veces, se abre un corto espacio para preguntas; puede tomarse muy a la ligera, debido al cansancio que se supone queda tras la larga charla, o por el afán del cierre del evento.
El autor André Ricard se propuso visitar 3 grandes escuelas de diseño y saltarse la formalidad de la ponencia magistral, ir directo al público, ir directo a la interacción y conexión con los curiosos estudiantes.
El libro recopila las preguntas de estas reuniones, las agrupa y las digiere en un estilo muy cómodo para la lectura. Se reflexiona sobre interrogantes como:

• ¿Cómo definiría el papel del diseñador?
• ¿No está todo ya inventado?
• ¿De dónde vienen las ideas?
• ¿El diseño crea necesidades?
• ¿Qué aportan las escuelas de diseño?
• ¿Cuál es el papel social del diseño?
• ¿Qué le atrae en el diseño?
• ¿Qué ve al futuro de la profesión

Para mí es una lectura de gran peso, pues brinda referencias a un aspecto que poco había desarrollado: "El pensamiento como diseñador y el rol que quiero ejercer durante mi desarrollo personal y profesional". Se fortalece desde la academia el conocimiento práctico, no necesariamente superficial, pero se cae en esquemas heredados y difundidos a la masa estudiantil; este libro me sirvió para empezar a cuestionarme y moldearme, de la mano un grande, y desarrollar una postura crítica.

Darwin nos habló de cómo la selección natural es una herramienta que determina si las especies van a seguir, adaptándose, o terminar su ciclo. Pues Ricard expone un concepto llamado "Selección Cultural". Este es determinante, pues es la sociedad, con su cultura dinámica, quien decide si darle fama momentánea o éxito eterno a un diseño.

Una idea de diseño obedece, de forma general, a dos partes: estética y función. La primera se relaciona con la parte expresiva, apelando no solo a los acabados, sino a la carga simbólica que un producto pueda transmitir. La función, por otro lado, obedece a la interacción, comodidad y eficiencia que se quiere dar a entender en el uso del objeto, en la interacción con el usuario.

Las ideas son más valiosas que el oro. Y es que en una idea y su potencial desarrollo reside un valor añadido, un factor innovador y un determinante diferenciador que se pueden proyectar en el mercado.

Pero la idea por si sola muy probablemente se quede en el aire, o se almacene en una de esas tantas libretas que tengo en el cajón de mi armario. Cuando queremos concretar, en forma de producto, este se debe producir, distribuir y promocionar. Este es un buen modelo de comercialización para ideas de diseño industrial.

"La aventura creativa"

El proceso creativo puede ser un poco enredado, dependiendo del espacio que le dejemos ocupar en nuestra cabeza. Sin embargo, no debe ser un ejercicio para divagar. El factor tiempo es de suma importancia a la hora de pensar y debe ser tenido muy en cuenta. El libro plantea un modelo metodológico básico y secuencial:

1. Definir el público: El famoso target a quien va dirigido el proyecto.
2. Detallar características: Se acuerdan las condiciones, tanto del desarrollo como del producto en sí. Esto se recopila y se redacta en el Brief.
3. Presentir el concepto: Aquí el imaginario del proyectista empieza a explorar en su vasto océano de posibilidades una opción viable que se ajuste a lo requerido.
4. Imaginar soluciones: Empieza la lluvia de ideas, donde el abanico de alternativas se debe explorar y explotar al máximo.
5. Desarrollar el diseño: Es en este momento, la fase de proyectación hacia una solución, que el diseñador piensa cómo va a materializar y exponer sus ideas.

La etapa de reflexión creativa comprende desde el macro al micro diseño. Desde el contexto, uso, hasta los detalles.

Una forma genial de entender los proyectos es el Design Thinking, donde es el humano el centro de atención y el eje que da giro al proyecto. Hay una propuesta, a la que realmente no hice un estudio posterior, que es el Design Shaping; entendido como la forma iterativa, pero flexible, de cómo tenemos integrada la mirada panorámica desde la abstracción, hasta su producción.

El autor toca un tema curioso, que antes no había encontrado (por simple pereza), es: ¿Cómo presentar una propuesta o un proyecto a un cliente/empresa?

Es probable que la idea que vayamos a vender sea un producto, en todo caso debemos dar a entender que esa solución creativa es INNOVADORA, ÚTIL y FACTIBLE. Las reacciones valen más que las opiniones a la hora de la retroalimentación. Por eso aconseja valerse de tres herramientas para una comunicación efectiva: Modelo, Planos y Renders.

El Modelo satisface la curiosidad y la necesidad tangible de entender su idea. Llega a más personas, pues no requiere de algún conocimiento técnico para poder sentir el objeto.

Los planos demuestran que este es factible, que no solamente es una idea bonita o atractiva, sino que hablan de cómo va a llegar a ese consumidor y, claramente, es un regalo para los ingenieros y personas que necesiten algo más aterrizado.

Los renders son la expresión gráfica que habla por sí sola. Muestra la belleza de la idea, puesta en un contexto y unas condiciones que serán más que ideales para que el cliente termine de digerir la propuesta y quede con un sabor dulce en su mente.

"Y a eso se dedican todos, a estimular el consumo sin fin. Así hemos llegado a crear una sociedad que se realiza comprando (...) El acto de compra es compulsivo (...) Al igual que todo lo que se logra con facilidad, a estas cosas así adquiridas no se les tiene apego y se descartan pronto sin nostalgias. Exactamente lo que le conviene al sistema que ya tiene en la antesala, esperando turno, los productos que provocarán el próximo impulso de compra."

André Ricard

Reseña hecha por: David Marin R.